Fragmentos del Mensaje Reencontrado de L. Cattiaux
«Que no haya en nuestro espíritu exclusivismo ante ninguna Escritura inspirada de Dios, sino, al contrario, que sean todas honradas en nuestras casas y en nuestros corazones» XXXIV, 7’.
«Las santas Escrituras están completas desde su comienzo, y cada nuevo Libro revelado no hace más que confirmarlas sin añadir ni suprimir nada al misterio del espíritu encarnado, que constituye su fundamento sagrado» XX, 2.
«En el día de la revelación del juicio, veremos con asombro que todas las Escrituras santas diferían en las palabras, pero que enseñaban el mismo misterio de resurrección y de vida eterna en Dios» XXI, 59.
«¡Oh, creyentes del mensaje!, se reconocerá vuestras profundidad y vuestra unidad si reconocéis la legitimidad y la continuidad de las Escrituras reveladas» XXXIV, 59.