Artículo aparecido en LA PUERTA nº. 2
El Corán, libro sagrado de los musulmanes, está compuesto de ciento cuarenta y cuatro «suras», o capítulos. A la primera de ellas, la Fatichah, cuya traducción ofrecemos a continuación, se la considera como la bendición de las otras, por lo que generalmente se encuentra en la primera página a la izquierda , frente a la primera «sura» real. Constituye el texto principal de la plegaria, recitándose siempre antes de cualquier acto ritual su primer versículo, la Bismilah.
Según el Profeta, todo lo que contienen los libros revelados se encuentra en el Corán y todo lo que éste contiene está resumido en la Fatichah que, a su vez, está contenida en la formula de la Bismilah.
Existe una tradicional división tripartita de la Fatichah, desde «En el nombre de Allah» hasta «Soberano en el día del Juicio», se mencionan los principales aspectos de la divinidad. La última parte, desde «Guíanos al recto camino», enumera las tendencias fundamentales de la criatura; en el versículo intermedio se expresa la relación entre Dios y el hombre, hecha al mismo tiempo de dependencia y participación. La Fatichah está compuesta de siete versículos, siendo éste el número de la bendición.
Fatichah proviene de un verbo que significa abrir, revelar, hacer un favor. Así está claro que la Fatichah, símbolo de la bendición, es lo que abre el Libro.
Incluimos a la traducción un interesante comentario sobre esta «sura» de Tabarsi.
La fatichah
Traducción del árabe de J. R. Béjar
1. EN EL NOMBRE DE ALLAH, EL CLEMENTE, EL MISERICORDIOSO
2. TODA ALABANZA SEA PARA ALLAH, EL QUE SOSTIENE EL UNIVERSO
3. EL CLEMENTE (ilimitado en sus clemencias), EL MISERICORDIOSO (ilimitado en sus misericordias)
4. SOBERANO EN EL DÍA DEL JUICIO
5. SÓLO A TI TE ADORAMOS Y DE TI IMPLORAMOS AYUDA
6. GUÍANOS AL RECTO CAMINO
7. EL CAMINO DE AQUELLOS A QUIENES AGRACIASTE, NO EL DE LOS QUE SOBRE ELLOS CAYÓ TU IRA, NI EL DE LOS EXTRAVIADOS.
Comentario de Tabarsi
Abí Ibn Karad dijo:
«He leído a propósito del Apóstol de Allah, que la salvación sea con él, que refiriéndose a la Fatichah, ha dicho:
«Aquel que sostiene en su mano su Espíritu, lo que Allah no hizo descender en la Torá, ni en los Evangelios, ni en la Escritura y que tampoco tiene semejante en el Corán, éste tiene a la Madre del Libro»».